Sobre mi trabajo
Hay algo lúdico en mi experiencia con el arte. Siempre necesite tener mis manos en acción. Tejer bufandas en las clases de folclore del colegio secundario, Dibujos sin sentido durante una llamada telefónica, bolitas de papel con las servilletas de algún bar, convertir las migas de pan sobre la mesa en la arena de un jardín zen imaginario, forman parte de mis rutinas cotidianas
Encontré en mi obrar un espacio de refugio donde a partir de la experimentación con materiales industrializados, pintura papel, hilos, cuentas, lijas, entre otros voy descubriendo aspectos ocultos de mi identidad e historias familiares.
(somos) todo lo que brilla: Federico Kirschbaum
A hybrid can withstand these things
My heart can beat with bricks and strings
My ARTPOP could mean anything
Lady Gaga. ARTPOP (20013)
ir a Youtube Lady Gaga – Artpop
¿Quién nos dice quienes somos? ¿Cómo establecemos la manera de ser leídos? ¿Cómo escribimos nuestra historia? ¿Para qué puede servir el arte?
Las anteriores son algunas de las preguntas que han surgido con Federico Kirschbaum en las conversaciones que sostenemos hace algunos meses. Las mismas se desprenden del relato sobre cómo su infancia fue construyendo un punto de vista, una mirada y una estética.
En este relato aparecen objetos brillantes pertenecientes al joyero de su abuela, un vestido, pero también una forma de relacionarse con esos objetos desde la observación. Aparece el afecto, la fascinación. Aunque también la norma y el tabú. Estos objetos brillantes eran femeninos y, como tales, quedaban por fuera del límite del mundo al que él podía acceder.
Mirar el mundo y seleccionar sus componentes según una idea de belleza fue una tarea que también comenzó por aquellos días. Tal vez en la construcción de su cuarto de niño, Federico haya comenzado a ensayar el ojo de coleccionista de arte que hoy ejerce.
La práctica artística de Kirschbaum tiene como centro el placer que produce manipular los materiales elegidos. Cristales de roca y lijas nuevas, cada uno brillante por sus propios medios. Los primeros como provocadores del brillo y la ilusión; las segundas surgiendo del paisaje salteño del que Federico proviene. Dos formas de reproducir el mundo propio.
Lo cierto, también, es que Federico ha explorado anteriormente la pintura. En esas series el color y el collage también eran protagonistas. Sin embargo, cuando el color toma presencia en el espacio entran en juego otras dimensiones. El peso, el reflejo, el sonido y el movimiento modifican la percepción que tenemos de la obra. Ya no se trata de una imagen fija. El trabajo en telar produce objetos autónomos que esperan ser activados.
La materialidad escogida no olvida ni perdona su tradición en el Arte Contemporáneo Argentino. Federico trae en su trabajo antecedentes de la historia reciente, como Omar Schirilo, Marcelo Pombo, Benito Laren, Román Vitali, entre otros. Burlar los bordes del kitsch, el brillo y el glitter (antes brillantina) es una deuda del bien (1) que podemos rastrear hasta los días de los artistas del Rojas (2)
La referencia histórica también nos lleva a las preguntas de apertura de este texto. En un tiempo en el que el arte de los 90’ es permanentemente citado, probablemente su recurrencia se deba a la necesidad de continuar pensando quienes estamos siendo. Lejos de definiciones fijas, esenciales, o definitivas. El arte nos permite volver a jugar-nos con aquello que la solemnidad de los problemas reales (?) no permite. Trabajar en arte construye espacios donde podemos admitir colores nuevos, ficciones nuevas y límites que hoy están más allá.
Federico de la Puente
Curador Autónomo
São Paulo, Brasil. Mayo 2023





Sobre mí
«Fede se permite experimentar, jugar, buscar, construir. Transfiere sus propias características al paisaje. El paisaje entonces adquiere sus propios sentimientos, emociones, afecciones y aversiones. De manera algo encubierta, el paisaje es un autorretrato del artista¨
Su trabajo en palabras del coleccionista Hugo Albrieu